Post by Admin on Nov 30, 2023 2:59:18 GMT
El Hombre de Pecado
1 Tesalonicenses 5:1-5
1 Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones (kairos G2540), no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba. 2 Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá, así como ladrón en la noche; 3 que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán. 4 Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. 5 Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas.
Las Escrituras nos muestran que el día del Señor es aquél cuando el Señor vuelve y destruye Jerusalén, entre otras cosas. Pero, por un lado, se nos dice que debemos estar equivocados porque:
‘El día del Señor no tiene señales atribuidas (ya que será como ladrón en la noche) y la destrucción de Jerusalén sí tenía señales atribuidas (cuando veáis la ciudad rodeada), por lo tanto, no fue el día del Señor final real.’
Por otro lado, vamos a:
2 Tesalonicenses 2:2
que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca.
‘¿Lo ven?’ - Nos dicen. ‘Ustedes afirman que la venida del Señor está cerca desde Santiago 5:8.’
Santiago 5:8
Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca.
‘Eso significa’ - dicen ellos, ‘que Pablo debe haber estado hablando de un diferente día del Señor del que estaba hablando Santiago porque Santiago no puede contradecir a Pablo.’
Pero este futuro día del Señor está supuesto a ser un día del Señor sin señales atribuidas. Pero Pablo enseguida nos da una gran señal:
2 Tesalonicenses 2:3
Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición.
Este hombre de pecado, este hijo de perdición, esta apostasía que tomaría lugar sería una señal que la venida del Señor iba a tomar lugar. ¿Por qué? Este hombre de pecado sería destruido en la venida del Señor.
Este hombre de pecado -quien fuera- ya estaba vivo y siendo detenido en el siglo I:
2 Tesalonicenses 2:6-8
6 Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste. 7 Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. 8 Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida
El misterio de la iniquidad ya estaba en acción y quien lo detenía ya estaba presente en el siglo I.
Si el día del Señor iba a suceder cuando el hombre de pecado fuera revelado en ese momento o, en algún otro momento después la venida del Señor tomara lugar para destruir este hombre de pecado, este hijo de perdición, entonces debe ser el caso de que la venida del Señor también sería dentro de la generación del primer siglo.
Debe ser el caso de que el hombre de pecado que ya hemos visto, él estaba vivo en la generación del siglo I y ser destruido por la venida del Señor en el siglo I también.
2 Tesalonicenses 2:1
Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con Él, os rogamos, hermanos…
Todo de lo que está hablando es acerca de la venida del Señor Jesucristo y de nuestra reunión de los santos con Él.
1 Tesalonicenses 4:15
Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.
El apóstol Pablo estaba expectante en 1 Tesalonicenses que al menos algunos en la iglesia de Tesalónica y algunos de entre ellos, él mismo, Silvano y Timoteo (los que escribieron juntos ambas cartas a la iglesia de Tesalónica) estuvieran vivos en la venida del Señor, a la reunión con Él.
Pablo sabía que sería en el Siglo I porque eso es lo que el Espíritu Santo le instruyó para escribir.
En 2 Tesalonicenses también vemos que el hombre de pecado ya estaba preparado para actuar, pero estaba siendo detenido y el misterio de iniquidad estaba en acción para traer ese evento y la venida del Señor tomaría lugar para traer ello hacia el fin.
Trump, Obama NO estaban vivos en ese siglo, pero sabemos quiénes estaban vivos y podemos identificarle comparando algunas de estas cosas aquí que funcionan como escribió Josefo y venir a una muy buena conclusión acerca de quién es este hombre de pecado.
Una cosa que SÍ sabemos es que él ya estaba vivo en el Siglo I y que sería destruido a la venida del Señor en esa generación en una hora en que no sabían porque estaban en tinieblas y los tomaría como un ladrón en la noche.
La apostasía
2 Tesalonicenses 2:3
Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía (G646), y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición.
Los diccionarios griego - español de Thayer y de Strong, ambos definen la palabra griega G646 ‘apostasia’ como: apartarse, apostasía, deserción, y Strong añade a la definición: revuelta.
Así ‘apostasia’ puede significar: ‘revuelta de deserción religiosa, revuelta política, revuelta nacional’.
Veamos 2 Tesalonicenses 2:3 en muchas otras versiones en inglés, traducidas al español, donde (G646) ‘apostasia’ se traduce rebelión, revuelta, deserción: (Observemos que ninguna de estas versiones contiene las frases ‘contra Dios’ o ‘contra Él’)
2 Tesalonicenses 2:3 (ACV)
No dejen que nadie les engañe de ninguna manera, porque si no, la deserción puede venir primero, y él puede ser revelado: el hombre de pecado, el hijo de destrucción.
2 Tesalonicenses 2:3 (DRB)
Nadie os engañe de ninguna manera; porque si no viene primero una rebelión y se revela el hombre de pecado, el hijo de perdición.
2 Tesalonicenses 2:3 (ESV)
Que nadie les engañe de ninguna manera. Porque ese día no vendrá, a menos que la rebelión venga primero, y el hombre del desafuero sea revelado, el hijo de la destrucción.
2 Tesalonicenses 2:3 (Etheridge)
Que nadie os engañe con ninguno de los métodos [O, intrigas.], porque a menos que venga primero la rebelión [Mardutho.], Y se revele el hombre de pecado, el hijo de perdición.
2 Tesalonicenses 2:3 (GNB)
No dejes que nadie te engañe de ninguna manera. Porque el Día no llegará hasta que tenga lugar la Rebelión final y aparezca el Maligno, que está destinado al infierno.
2 Tesalonicenses 2:3 (GW)
No dejes que nadie te engañe sobre esto de ninguna manera. Ese día no puede llegar a menos que ocurra primero una revuelta y el hombre de pecado, el hombre de destrucción, sea revelado.
2 Tesalonicenses 2:3 (ISV)
No dejes que nadie te engañe de ninguna manera, porque no vendrá a menos que la rebelión tenga lugar primero y el hombre de pecado, que está destinado a la destrucción, sea revelado.
2 Tesalonicenses 2:3 (JMNT)
Que nadie en ningún momento los engañe o seduzca con un engaño, ni siquiera de un turno (o: no de acuerdo con un método; no en la esfera de una manera o disposición) porque no debería alejarse de (la partida; la marcha atrás; o: la rebelión; la revuelta) que viene primero, y así el hombre de la anarquía, la persona del fracaso (algunos manuscritos: el Hombre que erró en el blanco, que pecó; el ser humano con las cualidades y el carácter de error y equivocación; [otro MSS: la persona que es propiedad de la anarquía o asociada con actos ilegales]) ser descubierto (descubierto; revelado; develado): el hijo de la pérdida ( = la persona que tiene las cualidades de, o el carácter resultante de, la destrucción).
2 Tesalonicenses 2:3 (LEB)
No dejes que nadie te engañe de ninguna manera, porque ese día no vendrá si no viene primero la rebelión y se revela el hombre del desafuero, el hijo de perdición.
2 Tesalonicenses 2:3 (Moffatt)
No dejes que nadie te engañe con esta creencia, diga lo que diga. No vendrá hasta que la rebelión tenga lugar en primer lugar, con la revelación del Sin Ley, el Condenado.
2 Tesalonicenses 2:3 (Murdock)
Que nadie os engañe de ninguna manera; porque ese día no vendrá, a menos que previamente venga una deserción, y ese hombre de pecado sea revelado, el hijo de perdición.
2 Tesalonicenses 2:3 (NET)
Que nadie te engañe de ninguna manera. Porque ese día no llegará hasta que venga la rebelión y se manifieste el hombre del desafuero, el hijo de la destrucción.
2 Tesalonicenses 2:3 (NIV)
No dejen que nadie les engañe de ninguna manera, porque ese día no llegará hasta que ocurra la rebelión y el hombre del desafuero sea revelado, el hombre condenado a la destrucción.
2 Tesalonicenses 2:3 (RSV)
Que nadie os engañe de ninguna manera; porque ese día no vendrá si no viene primero la rebelión y se revela el hombre del desafuero, el hijo de perdición.
2 Tesalonicenses 2:3 (TLV)
Que nadie os engañe de ninguna manera, porque el Día no llegará a menos que primero venga la rebelión y se revele el hombre del desafuero, el destinado a ser destruido.
2 Tesalonicenses 2:3 (TPT)
No dejes que nadie te engañe de ninguna manera. Antes de que llegue ese día, la rebelión debe ocurrir y el forajido, el hijo destructivo, será revelado en su verdadera luz.
2 Tesalonicenses 2:3 (WEB)
Que nadie les engañe de ninguna manera. Porque no será así, a menos que primero venga la rebelión y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de destrucción.
2 Tesalonicenses 2:3 (Williams)
No dejen que nadie les engañe acerca de esto, porque eso no puede suceder hasta que ocurra la gran revuelta y se descubra al representante del desafuero, el que está condenado a la destrucción.
Como de seguro habrá detractores y burladores que le dirán que la palabra (G646) ‘apostasia’ no se puede traducir ‘rebelión’ o ‘revuelta’ (aunque es así afirmado en el diccionario de Strong), a continuación, le presento una lista de versiones en español donde así lo traducen, sólo que además (de modo lamentable) han añadido en sus versiones las palabras ‘contra Dios’ o ‘contra Él’ (palabras que NO aparecen en el original en griego) para inyectar la idea de que es en realidad un ‘apartarse de la fe’:
2 Tesalonicenses 2:3 (AF)
¡Que nadie os desoriente en modo alguno! Es preciso que primero se produzca la gran rebelión contra Dios y que se dé a conocer el hombre lleno de impiedad, el destinado a la ruina.
2 Tesalonicenses 2:3 (BAD)
No os dejéis engañar de ninguna manera, porque primero tiene que llegar la rebelión contra Dios y manifestarse el hombre de maldad, el destructor por naturaleza.
2 Tesalonicenses 2:3 (BLS)
No permitan que nadie los engañe. Ese día no llegará hasta que los enemigos de Dios se rebelen contra Él y haya aparecido el hombre malvado, que será destruido.
2 Tesalonicenses 2:3 (BTIH)
¡Que nadie los desoriente en modo alguno! Es preciso que primero se produzca la gran rebelión contra Dios y que se dé a conocer el hombre lleno de impiedad, el destinado a la perdición;
2 Tesalonicenses 2:3 (CAS)
No os dejéis engañar, porque ese día no vendrá sin que primero llegue un tiempo de rebeldía extrema contra Dios, y sin que se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición,
2 Tesalonicenses 2:3 (DHH)
No se dejen engañar de ninguna manera. Pues antes de aquel día tiene que venir la rebelión contra Dios, cuando aparecerá el hombre malvado, el que está condenado a la perdición.
2 Tesalonicenses 2:3 (NBD)
No se dejen engañar de ninguna manera, porque ese día no llegará hasta que ocurra la rebelión contra Dios y se manifieste el hombre de pecado, el que sólo sabe destruir.
2 Tesalonicenses 2:3 (NT BAD)
No se dejen engañar, porque ese día no llegará hasta que dos cosas sucedan: primero, habrá un período de rebelión extrema contra Dios, y entonces se manifestará el hombre de pecado, el hijo del infierno,
2 Tesalonicenses 2:3 (NTV)
No se dejen engañar por lo que dicen. Pues aquel día no vendrá hasta que haya una gran rebelión contra Dios y se dé a conocer el hombre de anarquía, aquél que trae destrucción.
2 Tesalonicenses 2:3 (NVI)
No se dejen engañar de ninguna manera, porque primero tiene que llegar la rebelión contra Dios y manifestarse el hombre de maldad, el destructor por naturaleza.
2 Tesalonicenses 2:3 (PDT)
No permitan que nadie los engañe de ninguna manera. El día del Señor llegará después de que ocurra la rebelión contra Dios, que no sucederá sino hasta que aparezca el hombre perverso destinado a la destrucción.
2 Tesalonicenses 2:3 (TLA)
No permitan que nadie los engañe. Ese día no llegará hasta que los enemigos de Dios se rebelen contra Él y haya aparecido el hombre malvado, que será destruido.
Observemos, sin embargo, que, en la traducción del Nuevo Testamento, hecha en el siglo II aproximadamente, del griego al siríaco (dialecto del arameo tardío), llamada Peshita, NO aparecen tampoco las palabras ‘contra Dios’ o ‘contra Él’:
2 Tesalonicenses 2:3 (PSH2015)
Nadie los engañe en ningún modo, porque ciertamente no vendrá sin que venga primero la desobediencia y sea manifestado el hombre de pecado, el hijo de perdición.
De hecho, tenemos muchos casos de apostasía en el primer Siglo, es decir, muchos casos de revueltas de varios individuos judíos en esa generación.
Esto confirmaría lo anunciado por el Apóstol Pablo:
2 Tesalonicenses 2:6-8
6 Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste. 7 Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. 8 Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida
Ese misterio de la iniquidad ya estaba en acción levantando revueltas, como veremos, en esa generación.
Extracto de mi libro 'La apostasía' (Páginas 1-12)
Si se encuentra en los US, Canadá, Europa,, UK o Australia puede ver y adquirir todos nuestros libros en:
www.lulu.com/es/spotlight/rubenmm
1 Tesalonicenses 5:1-5
1 Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones (kairos G2540), no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba. 2 Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá, así como ladrón en la noche; 3 que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán. 4 Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. 5 Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas.
Las Escrituras nos muestran que el día del Señor es aquél cuando el Señor vuelve y destruye Jerusalén, entre otras cosas. Pero, por un lado, se nos dice que debemos estar equivocados porque:
‘El día del Señor no tiene señales atribuidas (ya que será como ladrón en la noche) y la destrucción de Jerusalén sí tenía señales atribuidas (cuando veáis la ciudad rodeada), por lo tanto, no fue el día del Señor final real.’
Por otro lado, vamos a:
2 Tesalonicenses 2:2
que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca.
‘¿Lo ven?’ - Nos dicen. ‘Ustedes afirman que la venida del Señor está cerca desde Santiago 5:8.’
Santiago 5:8
Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca.
‘Eso significa’ - dicen ellos, ‘que Pablo debe haber estado hablando de un diferente día del Señor del que estaba hablando Santiago porque Santiago no puede contradecir a Pablo.’
Pero este futuro día del Señor está supuesto a ser un día del Señor sin señales atribuidas. Pero Pablo enseguida nos da una gran señal:
2 Tesalonicenses 2:3
Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición.
Este hombre de pecado, este hijo de perdición, esta apostasía que tomaría lugar sería una señal que la venida del Señor iba a tomar lugar. ¿Por qué? Este hombre de pecado sería destruido en la venida del Señor.
Este hombre de pecado -quien fuera- ya estaba vivo y siendo detenido en el siglo I:
2 Tesalonicenses 2:6-8
6 Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste. 7 Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. 8 Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida
El misterio de la iniquidad ya estaba en acción y quien lo detenía ya estaba presente en el siglo I.
Si el día del Señor iba a suceder cuando el hombre de pecado fuera revelado en ese momento o, en algún otro momento después la venida del Señor tomara lugar para destruir este hombre de pecado, este hijo de perdición, entonces debe ser el caso de que la venida del Señor también sería dentro de la generación del primer siglo.
Debe ser el caso de que el hombre de pecado que ya hemos visto, él estaba vivo en la generación del siglo I y ser destruido por la venida del Señor en el siglo I también.
2 Tesalonicenses 2:1
Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con Él, os rogamos, hermanos…
Todo de lo que está hablando es acerca de la venida del Señor Jesucristo y de nuestra reunión de los santos con Él.
1 Tesalonicenses 4:15
Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.
El apóstol Pablo estaba expectante en 1 Tesalonicenses que al menos algunos en la iglesia de Tesalónica y algunos de entre ellos, él mismo, Silvano y Timoteo (los que escribieron juntos ambas cartas a la iglesia de Tesalónica) estuvieran vivos en la venida del Señor, a la reunión con Él.
Pablo sabía que sería en el Siglo I porque eso es lo que el Espíritu Santo le instruyó para escribir.
En 2 Tesalonicenses también vemos que el hombre de pecado ya estaba preparado para actuar, pero estaba siendo detenido y el misterio de iniquidad estaba en acción para traer ese evento y la venida del Señor tomaría lugar para traer ello hacia el fin.
Trump, Obama NO estaban vivos en ese siglo, pero sabemos quiénes estaban vivos y podemos identificarle comparando algunas de estas cosas aquí que funcionan como escribió Josefo y venir a una muy buena conclusión acerca de quién es este hombre de pecado.
Una cosa que SÍ sabemos es que él ya estaba vivo en el Siglo I y que sería destruido a la venida del Señor en esa generación en una hora en que no sabían porque estaban en tinieblas y los tomaría como un ladrón en la noche.
La apostasía
2 Tesalonicenses 2:3
Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía (G646), y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición.
Los diccionarios griego - español de Thayer y de Strong, ambos definen la palabra griega G646 ‘apostasia’ como: apartarse, apostasía, deserción, y Strong añade a la definición: revuelta.
Así ‘apostasia’ puede significar: ‘revuelta de deserción religiosa, revuelta política, revuelta nacional’.
Veamos 2 Tesalonicenses 2:3 en muchas otras versiones en inglés, traducidas al español, donde (G646) ‘apostasia’ se traduce rebelión, revuelta, deserción: (Observemos que ninguna de estas versiones contiene las frases ‘contra Dios’ o ‘contra Él’)
2 Tesalonicenses 2:3 (ACV)
No dejen que nadie les engañe de ninguna manera, porque si no, la deserción puede venir primero, y él puede ser revelado: el hombre de pecado, el hijo de destrucción.
2 Tesalonicenses 2:3 (DRB)
Nadie os engañe de ninguna manera; porque si no viene primero una rebelión y se revela el hombre de pecado, el hijo de perdición.
2 Tesalonicenses 2:3 (ESV)
Que nadie les engañe de ninguna manera. Porque ese día no vendrá, a menos que la rebelión venga primero, y el hombre del desafuero sea revelado, el hijo de la destrucción.
2 Tesalonicenses 2:3 (Etheridge)
Que nadie os engañe con ninguno de los métodos [O, intrigas.], porque a menos que venga primero la rebelión [Mardutho.], Y se revele el hombre de pecado, el hijo de perdición.
2 Tesalonicenses 2:3 (GNB)
No dejes que nadie te engañe de ninguna manera. Porque el Día no llegará hasta que tenga lugar la Rebelión final y aparezca el Maligno, que está destinado al infierno.
2 Tesalonicenses 2:3 (GW)
No dejes que nadie te engañe sobre esto de ninguna manera. Ese día no puede llegar a menos que ocurra primero una revuelta y el hombre de pecado, el hombre de destrucción, sea revelado.
2 Tesalonicenses 2:3 (ISV)
No dejes que nadie te engañe de ninguna manera, porque no vendrá a menos que la rebelión tenga lugar primero y el hombre de pecado, que está destinado a la destrucción, sea revelado.
2 Tesalonicenses 2:3 (JMNT)
Que nadie en ningún momento los engañe o seduzca con un engaño, ni siquiera de un turno (o: no de acuerdo con un método; no en la esfera de una manera o disposición) porque no debería alejarse de (la partida; la marcha atrás; o: la rebelión; la revuelta) que viene primero, y así el hombre de la anarquía, la persona del fracaso (algunos manuscritos: el Hombre que erró en el blanco, que pecó; el ser humano con las cualidades y el carácter de error y equivocación; [otro MSS: la persona que es propiedad de la anarquía o asociada con actos ilegales]) ser descubierto (descubierto; revelado; develado): el hijo de la pérdida ( = la persona que tiene las cualidades de, o el carácter resultante de, la destrucción).
2 Tesalonicenses 2:3 (LEB)
No dejes que nadie te engañe de ninguna manera, porque ese día no vendrá si no viene primero la rebelión y se revela el hombre del desafuero, el hijo de perdición.
2 Tesalonicenses 2:3 (Moffatt)
No dejes que nadie te engañe con esta creencia, diga lo que diga. No vendrá hasta que la rebelión tenga lugar en primer lugar, con la revelación del Sin Ley, el Condenado.
2 Tesalonicenses 2:3 (Murdock)
Que nadie os engañe de ninguna manera; porque ese día no vendrá, a menos que previamente venga una deserción, y ese hombre de pecado sea revelado, el hijo de perdición.
2 Tesalonicenses 2:3 (NET)
Que nadie te engañe de ninguna manera. Porque ese día no llegará hasta que venga la rebelión y se manifieste el hombre del desafuero, el hijo de la destrucción.
2 Tesalonicenses 2:3 (NIV)
No dejen que nadie les engañe de ninguna manera, porque ese día no llegará hasta que ocurra la rebelión y el hombre del desafuero sea revelado, el hombre condenado a la destrucción.
2 Tesalonicenses 2:3 (RSV)
Que nadie os engañe de ninguna manera; porque ese día no vendrá si no viene primero la rebelión y se revela el hombre del desafuero, el hijo de perdición.
2 Tesalonicenses 2:3 (TLV)
Que nadie os engañe de ninguna manera, porque el Día no llegará a menos que primero venga la rebelión y se revele el hombre del desafuero, el destinado a ser destruido.
2 Tesalonicenses 2:3 (TPT)
No dejes que nadie te engañe de ninguna manera. Antes de que llegue ese día, la rebelión debe ocurrir y el forajido, el hijo destructivo, será revelado en su verdadera luz.
2 Tesalonicenses 2:3 (WEB)
Que nadie les engañe de ninguna manera. Porque no será así, a menos que primero venga la rebelión y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de destrucción.
2 Tesalonicenses 2:3 (Williams)
No dejen que nadie les engañe acerca de esto, porque eso no puede suceder hasta que ocurra la gran revuelta y se descubra al representante del desafuero, el que está condenado a la destrucción.
Como de seguro habrá detractores y burladores que le dirán que la palabra (G646) ‘apostasia’ no se puede traducir ‘rebelión’ o ‘revuelta’ (aunque es así afirmado en el diccionario de Strong), a continuación, le presento una lista de versiones en español donde así lo traducen, sólo que además (de modo lamentable) han añadido en sus versiones las palabras ‘contra Dios’ o ‘contra Él’ (palabras que NO aparecen en el original en griego) para inyectar la idea de que es en realidad un ‘apartarse de la fe’:
2 Tesalonicenses 2:3 (AF)
¡Que nadie os desoriente en modo alguno! Es preciso que primero se produzca la gran rebelión contra Dios y que se dé a conocer el hombre lleno de impiedad, el destinado a la ruina.
2 Tesalonicenses 2:3 (BAD)
No os dejéis engañar de ninguna manera, porque primero tiene que llegar la rebelión contra Dios y manifestarse el hombre de maldad, el destructor por naturaleza.
2 Tesalonicenses 2:3 (BLS)
No permitan que nadie los engañe. Ese día no llegará hasta que los enemigos de Dios se rebelen contra Él y haya aparecido el hombre malvado, que será destruido.
2 Tesalonicenses 2:3 (BTIH)
¡Que nadie los desoriente en modo alguno! Es preciso que primero se produzca la gran rebelión contra Dios y que se dé a conocer el hombre lleno de impiedad, el destinado a la perdición;
2 Tesalonicenses 2:3 (CAS)
No os dejéis engañar, porque ese día no vendrá sin que primero llegue un tiempo de rebeldía extrema contra Dios, y sin que se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición,
2 Tesalonicenses 2:3 (DHH)
No se dejen engañar de ninguna manera. Pues antes de aquel día tiene que venir la rebelión contra Dios, cuando aparecerá el hombre malvado, el que está condenado a la perdición.
2 Tesalonicenses 2:3 (NBD)
No se dejen engañar de ninguna manera, porque ese día no llegará hasta que ocurra la rebelión contra Dios y se manifieste el hombre de pecado, el que sólo sabe destruir.
2 Tesalonicenses 2:3 (NT BAD)
No se dejen engañar, porque ese día no llegará hasta que dos cosas sucedan: primero, habrá un período de rebelión extrema contra Dios, y entonces se manifestará el hombre de pecado, el hijo del infierno,
2 Tesalonicenses 2:3 (NTV)
No se dejen engañar por lo que dicen. Pues aquel día no vendrá hasta que haya una gran rebelión contra Dios y se dé a conocer el hombre de anarquía, aquél que trae destrucción.
2 Tesalonicenses 2:3 (NVI)
No se dejen engañar de ninguna manera, porque primero tiene que llegar la rebelión contra Dios y manifestarse el hombre de maldad, el destructor por naturaleza.
2 Tesalonicenses 2:3 (PDT)
No permitan que nadie los engañe de ninguna manera. El día del Señor llegará después de que ocurra la rebelión contra Dios, que no sucederá sino hasta que aparezca el hombre perverso destinado a la destrucción.
2 Tesalonicenses 2:3 (TLA)
No permitan que nadie los engañe. Ese día no llegará hasta que los enemigos de Dios se rebelen contra Él y haya aparecido el hombre malvado, que será destruido.
Observemos, sin embargo, que, en la traducción del Nuevo Testamento, hecha en el siglo II aproximadamente, del griego al siríaco (dialecto del arameo tardío), llamada Peshita, NO aparecen tampoco las palabras ‘contra Dios’ o ‘contra Él’:
2 Tesalonicenses 2:3 (PSH2015)
Nadie los engañe en ningún modo, porque ciertamente no vendrá sin que venga primero la desobediencia y sea manifestado el hombre de pecado, el hijo de perdición.
De hecho, tenemos muchos casos de apostasía en el primer Siglo, es decir, muchos casos de revueltas de varios individuos judíos en esa generación.
Esto confirmaría lo anunciado por el Apóstol Pablo:
2 Tesalonicenses 2:6-8
6 Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste. 7 Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. 8 Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida
Ese misterio de la iniquidad ya estaba en acción levantando revueltas, como veremos, en esa generación.
Extracto de mi libro 'La apostasía' (Páginas 1-12)
Si se encuentra en los US, Canadá, Europa,, UK o Australia puede ver y adquirir todos nuestros libros en:
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